Como podemos llegar a obtener los resultados de los cuales todo el mundo esta hablando hoy en día? que pasos deberíamos seguir? acá te dejamos un listado:
La IA: de herramienta a colega estratégico
Hoy la inteligencia artificial (IA) está revolucionando la forma en que trabajamos, pero para que eso ocurra de verdad, necesitamos cambiar nuestra forma de verla. No se trata solo de un software que responde preguntas, sino de un colega brillante al que podemos delegar tareas, pedir ideas y hasta entrenar para que sea más útil. Eso sí: este colega carece de contexto sobre quién eres, qué haces y qué esperas. Por eso, el primer paso es asumir que la IA es un aliado capaz y potente, pero al que debemos guiar como lo haríamos con un nuevo integrante del equipo. Esta mentalidad transforma por completo la forma en que colaboramos con ella y los resultados que obtenemos.
La clave: preguntas inteligentes, respuestas de calidad
Cuando se trabaja con IA, un error común es hacerle preguntas generales y esperar milagros. La recomendación es clara: hay que formular peticiones detalladas y sin ambigüedades, igual que lo haríamos con un colega humano. Mientras más información le des —qué necesitas, para quién es el trabajo, qué límites hay—, más específica y útil será su respuesta. Además, no temas preguntarle a la propia IA cómo puede ayudarte mejor. A menudo te ofrecerá ideas de cómo plantearle las tareas, formatos útiles o incluso caminos alternativos que no habías considerado. Así, la interacción se vuelve más rica y productiva.
Asigna roles y da contexto: el poder de las indicaciones precisas
Un truco poderoso es pedirle a la IA que asuma un rol específico, como si fuera un experto en un área concreta: un creativo publicitario, un ingeniero de sistemas o un asesor comercial. Esto permite que sus respuestas sean mucho más profundas y ajustadas a lo que buscas. Y no solo eso: tú mismo puedes darte un rol en tu pedido, para situar a la IA en el escenario correcto. Decir “soy director de operaciones de una empresa de retail” o “soy formador de nuevos empleados” cambia por completo la calidad de las sugerencias. Sumado a esto, proporcionar ejemplos y formatos de salida deseados hará que los resultados sean más alineados con tus expectativas.
Delega lo tedioso y gana foco en lo estratégico
Uno de los mayores beneficios de integrar IA en el trabajo es la posibilidad de delegar esas tareas que consumen tiempo y energía: redactar informes, analizar datos repetitivos, preparar borradores o incluso simular conversaciones para practicar habilidades. Con instrucciones claras, la IA puede asumir estos trabajos y liberarte para que te concentres en lo que de verdad importa. Y lo mejor es que puedes corregir, ajustar y pedir mejoras sobre la marcha. No se trata de conformarte con la primera respuesta, sino de trabajar en equipo con la IA, dándole retroalimentación para que refine sus resultados y se acerque más a lo que necesitas.
Itera, ajusta y construye tu propio sistema de trabajo con IA
El verdadero salto en el uso de la IA ocurre cuando comienzas a sistematizar lo que funciona. Guarda las indicaciones que dan buenos resultados, crea un catálogo de plantillas y sigue explorando nuevas formas de colaboración. Además, hoy existen incluso mercados de indicaciones y plantillas que puedes aprovechar para inspirarte o mejorar tus pedidos. Al final, la IA es un motor que, bien usado, te permitirá automatizar procesos, multiplicar tu productividad y elevar la calidad de tu trabajo diario. La clave está en verlo como un socio al que entrenas y con el que creces. ¡Es momento de llevar tu forma de trabajar al siguiente nivel!
Este blog fue escribo en base al video reciente de YOUTUBE del canal de “Gustavo Entrala” admiramos su trabajo y por eso reconocemos su autoria y dejamos el link directo a su video https://www.youtube.com/watch?v=fZ7ZeH65PFA